Se trata de una técnica de origen oriental con raíces en el budismo; es un sistema de sanción y reequilibrado bioenergético mediante la trasmisión de Energía a través de la imposición de manos; mediante esta técnica se desbloquean los puntos que impiden el paso de energía por el cuerpo. Durante la sesión se recorre el cuerpo del paciente con las manos, trasmitiendo energía en aquellas áreas donde se percibe la falta o el bloqueo de esta, a través de la imposición de manos de forma directa o incluso sin tocar en ocasiones al paciente, a unos centímetros de la piel.
El Reiki trabaja a nivel tanto físico, como mental o emocional. Es un eficaz complemento que actúa calmando en trastornos agudos como inflamaciones, gripe, resfriados, trastornos digestivos, piedras, dolores de espalda o cabeza; también alivia los síntomas en alergias, artritis...
Básicamente alivia el dolor y acelera la curación; equilibra las energías del cuerpo; fortalece el sistema inmune; elimina toxinas; equilibra los órganos y las glándulas y sus funciones corporales. Indicado también para la ansiedad, insomnio, depresiones... Relaja y reduce el estrés.
La base de su funcionamiento está en el equilibrado y desbloqueo del sistema energético, que por si, provoca la reactivación del sistema de autosanación de la persona.