Cualquiera que en algún momento se ha puesto a investigar sobre el universo a sus diferentes niveles, observará la perfección y el equilibrio del mismo; la geometría y las matemáticas entre otros aspectos, nos van marcando toda su estructura y funcionamiento.
Para su entendimiento podemos trabajarlo desde diferentes aspectos, como pueden ser la astrología, la numerología y tantos otros. En este caso nos vamos a centrar en los números.
Una somera mirada a la matemática y asombrosa configuración del universo o un análisis de la vida humana a través de los tiempos nos demostrará que prácticamente todo está regido por el uso de los números y que estos han sido usados por el hombre desde el principio de la civilización, proporcionando las bases sobre las cuales se crearon los estudios y conceptos que rigen a la humanidad.
Todos hemos nacido en un día predestinado dentro del plan universal e influenciados por las Vibraciones emitidas en este preciso momento en el campo de la energía terrestre; de manera que desde el instante mismo de nacer recibimos la influencia de los números imperantes. Estas Vibraciones son las que guiarán nuestro razonamiento y motivarán nuestras reacciones y actitudes ante la vida.
La mayoría de las personas nacen con muchas cualidades que les son desconocidas. Descubrir nuestras capacidades y limitaciones es dar un gran paso hacia el perfeccionamiento interior y el logro de nuestras aspiraciones, o, dicho con otras palabras, hacia la felicidad y la realización personal.
Si conoce sus posibilidades y cualidades innatas, y a la vez sus debilidades, la persona puede valerse de las primeras y dominar las segundas para que no alteren ni obstaculicen su marcha ascendente hacia la felicidad y el éxito. Aprende así a sintonizar sus Vibraciones con el ritmo cósmico, y, por tanto, a vibrar en armonía con el infinito.
Numerológicamente hablando, el ideal sería que hubiera un perfecto equilibrio entre todos los números que representan a una persona. Esto es, que todas las Vibraciones fueran acordes entre sí ; de esta manera unas Vibraciones reforzarían las cualidades y posibilidades otorgadas por el Nacimiento y otras suplirían sus debilidades o carencias.
Sin embargo, casi nunca sucede así; nadie es un número puro, sino la combinación de muchos. A veces estas combinaciones son armónicas, y otras, aún sin serlo, la discordancia puede no ser grave, porque se auxilian entre sí y se equilibran, pero en otros casos estas diferencias pueden crear profundos conflictos internos.
Por todo ello, no debemos fijarnos exclusivamente en el Numero de Nacimiento, ya que sus cualidades o carencias pueden estar alteradas, reforzadas o debilitadas por las restantes Vibraciones del Cuadro Numerológico.